Podemos referirnos al cripto arte como aquellas obras que se comercializan dentro de la blockchain, si bien la más popular es la red de Ethereum, existen en la actualidad otras redes que también permiten la creación de contratos inteligentes.
Dentro de este mundo hay diferentes webs que pertenecen a galerías de arte, la mayoría son curadas, los artistas o bien son invitados o llenan formularios y postulan sus obras para poder vender allí. Algunas de las mas conocidas son SuperRare, Foundation, KnownOrigin, Artblocks, Opensea, Rarible.
Funcionan igual que una galería de arte convencional donde hay subastas, precios establecidos, comisiones, etc. Incluso la mayoría cuenta con espacios dentro del metaverso en donde se realizan exposiciones de arte. También, y cada vez más, presentan estas obras en galerías físicas y festivales de renombre.
Como coleccionistas, comprar en estas plataformas nos aseguran, por lo general, que esas piezas son auténticas, que fueron creadas por el artista a quien se les atribuye y que no están duplicadas.
Como artistas ¿podríamos vender nuestras obras fuera de una de las galerías ya establecidas? sí, solo debemos programar un contrato inteligente, los costes de las transacciones generalmente se ven elevados y muchos coleccionistas tienen afinidad por comprar en determinadas galerías, es por eso que casi ningún artista opta por desarrollar su propio contrato.
Una de las preguntas que me suelen realizar es si puede una obra de arte ser copiada, robada y subida en una plataforma por otra persona atribuyéndose su autoría (el famoso copy y paste, guardar y listo: tengo el NFT). La respuesta es no. Si bien podemos descargar las imágenes de las obras y subirlas por nuestra cuenta a otras galerías, todo coleccionista antes de comprar verifica (o debería) los links a las redes del artista, ve su actividad, sus cuentas en cada una de las galerías donde venden y si bien hay varios casos de estos en la corta historia del criptoarte, siempre salieron mal ya que estos usuarios son denunciados. Además, como mencioné al comienzo, la mayoría de las galerías al ser curadas no permiten este tipo de operaciones fraudulentas, ya que quienes poseen sus cuentas y portfolios son artistas que tuvieron que postularse y todos sus trabajos fueron verificados y curados previamente.
